Para lograr una gestión integral del talento, muchas empresas han dado un paso más dentro de la economía colaborativa. Si ya triunfan los modelos de negocio que ofrecen servicios colaborativos, ahora se desarrollan formatos de trabajo colaborativo para mejorar el clima interno de la empresa y la productividad.
Una gestión del talento más eficiente
La primera premisa por la que entendemos como positiva la gestión colaborativa es que extrae el máximo de las capacidades de cada empleado, aprovechando todo su talento y, sobre todo, haciéndole que se sienta importante y valorado por la organización.
Ello puede hacerse con métodos de trabajo por proyectos, con equipos que trabajan en áreas concretas del desarrollo proponiendo ideas, desarrollando parcela y mejorando la matriz inicial. Además, con las herramientas de trabajo digitales, hoy es posible un trabajo colaborativo sin necesidad de que todos los empleados se encuentren en un mismo espacio físico. Videollamadas, e-mails, documentos de entrada y edición múltiple, etc.
Optimización de procesos mediante la transparencia y la responsabilidad
Una forma de que todos los procesos de la empresa rindan al máximo es teniendo completamente informados a cada parte que trabaja en ellos. Que todas las actualizaciones y novedades de cada proyecto estén visibles en la herramienta digital elegida es un gran avance del trabajo colaborativo, ya que permite que cada parte pueda seguir mejorándolo, proponiendo ideas y dando mejor forma, en definitiva, al trabajo.
Con una mayor motivación e implicación también aumenta la auto-responsabilidad que cada empleado asume para con la empresa y sus gestiones. Un empleado contento, que se siente colaborador y no servidor de la organización para la que trabaja, estará siempre pendiente y se sentirá partícipe no solo del proceso, sino del resultado.
El trabajo colaborativo es más ágil y ahorra tiempo
Muchas empresas siguen aún con el modelo vertical, el tradicional en la gestión de los procesos de trabajo. Una dirección, e incluso un solo gestor, deciden una nueva línea que se ha de marcar, y reúne a los jefes de sección en una tediosa e interminable reunión para explicar cada matiz, cada coma y cada punto para que nada se salga de lo establecido. Luego, cada jefe reúne a su equipo y vuelve a explicarle cada paso a seguir, en una nueva reunión de varias horas de duración.
Todo ese tiempo y esas energías que se pierden pueden ser eliminados si se apuesta por el trabajo colaborativo, en una reunión global en la que solo se informen de directrices básicas, y sea cada empleado el que, sintiéndose valorado con su propia responsabilidad, su eficacia, su iniciativa y desde el colectivo, el que mejore el proyecto y le dote de nuevas aristas. Porque solo con el trabajo colaborativo se aborda con claridad una gestión integral del talento.
Identificando las grandes ideas mediante la tecnología
En las empresas con cierto tamaño, identificar las mejores ideas puede ser un trabajo complicado ya que al contar con gran cantidad de empleados contamos con gran cantidad de ideas. Si nos paramos a analizar estas ideas, puede que la mayoría no lleguen a la categoría de genialidad y habremos dedicado demasiados recursos.
Para quedarnos con las ideas de alto valor añadido es importante introducirlas todas en un banco dinámico de ideas y utilizar un software de gestión del talento que permita trabajar con ellas.
Google trabaja con este modelo de gestión desde hace años y a diario en todo el mundo, tanto clientes como empleados de Google introducen sus ideas. ¿Sabías que una de ellas a día de hoy tiene más de 1.000 millones de usuarios activos al mes? Esa idea fue Gmail. ¿Vas a dejar que se te escape alguna idea?
Autor: Alvaro Marfany