El Palacio de Congresos de Toledo El Greco, ha sido el lugar escogido por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España para celebrar el XXIV Congreso Nacional de Auditoría los pasados 18 y 19 de octubre bajo el título “Auditoría en la sociedad digital. Auditoría y personas«.
El Reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas
En la inauguración del encuentro Ferrán Rodríguez, presidente del ICJCE, y María Amparo López Senovilla, subsecretaria del Ministerio de Economía y Empresa, se refirieron al nuevo y polémico Reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas (LAC) para el que el Gobierno ha abierto consulta pública el pasado 3 de octubre. Ferrán ha explicado que se encuentran a disposición del ICAC y del Ministerio para conseguir un texto: “que sea producto de un amplio acuerdo y que ayude a los auditores a centrar sus esfuerzos en mejorar la calidad de su trabajo”; dos aspectos que dice no contemplar actualmente la LAC.
Según Ferrán el borrador actual, en caso de ser aprobado: “generaría cargas administrativas que creemos que pueden evitarse, y que ya son de por sí muy elevadas. Establece límites a nuestra libertad de empresa al tratar de imponer un modelo único de organización interna. Nos aleja, tal y como ya ha hecho previamente la LAC, de Europa y de la normativa Internacional. Y limita la libre competencia al establecer condiciones para los auditores de Entidades de Interés Público que los auditores medianos y pequeños tendrán difícil cumplir”.
Los auditores están demandando un supervisor independiente; una figura necesaria para lograr una adecuada supervisión de la información financiera, así como de las opiniones especializadas presentes en los informes de auditoría.
En sesión de clausura el presidente del ICAC, Enrique Rubio defendió el texto del nuevo Reglamento indicando que la comunicación con los auditores ha sido amplia y que los cambios que se han hecho respecto a la versión inicial han sido numerosos.
El Congreso
A lo largo de las diferentes sesiones organizadas para los dos días de congreso se ha tratado de profundizar en diferentes temas que preocupan y afectan al sector, tales como el futuro de la auditoría, las nuevas tecnologías aplicadas al mundo de la auditoría, el nuevo reglamento de auditoría, las últimas tendencias en derecho concursal, la responsabilidad civil de los auditores o las claves de los Due Diligences, entre otros.
En el encuentro se ha comentado cómo la profesión ha sabido adaptarse al nuevo informe de auditoría; un modelo que ha servido para dinamizar el proceso de comunicación con los clientes, aunque habrá que esperar a ver cómo evoluciona, ya que se puede caer en el problema de la estandarización de los informes. Además se ha lamentado el hecho de que el esfuerzo realizado en adaptarse al nuevo informe no se ha podido repercutir a los clientes, teniendo en España además los precios más bajos de prácticamente toda la Unión Europea.
Otro de los temas tratados fueron los cuatro pilares que deben atenderse en las organizaciones: calidad, innovación, talento y relevancia y cómo se debe fomentar la colaboración entre empresas de nicho y grandes multinacionales.
El Congreso se ha centrado especialmente, como su título anticipaba, en la evolución tecnológica que el sector de la auditoría considera que va a experimentar a medio y corto plazo y donde aspectos como el “Big Data” y la robótica, van a provocar cambios importantes tanto en la forma de trabajo de las empresas de auditoría como en el perfil de los trabajadores que deberán también adaptarse a esos mayores requerimientos de formación en nuevas tecnologías. Habrá que ver si estos cambios van a afectar a todas las empresas o va a provocar que haya una mayor diferencia entre las grandes empresas de auditoría y los despachos medianos y pequeños que no puedan asumir esos costes.
Respecto hacia dónde va la regulación de la auditoría a nivel mundial se ha hablado de la homogeneización como principal tendencia y de la necesidad de darle más recursos al regulador, tal y como ocurre con el modelo americano. El entorno cambia y las firmas de auditoría deben adaptarse.
Muchos han sido los temas tratados y los problemas planteados en este Congreso en el que se han dado cita las diferentes firmas de auditoría que representan a nuestro país. Un encuentro muy enriquecedor en el que se han sacado conclusiones muy interesantes sobre el futuro de la profesión. Nuevos retos que esperamos puedan ser afrontados con éxito y cuya evolución comentaremos en el Congreso del próximo año.