Para muchas personas, la profesión del auditor es una gran incógnita y en ocasiones se tiene una percepción oscura de este tipo de profesionales ya que parte de su trabajo consiste en bucear entre los archivos de una empresa. Hoy queremos transmitir la visión más real posible.

Lo bueno de ser auditor

Todas las profesiones tienen cosas mejores y cosas peores, y la de auditor no es menos. Sin ninguna duda, lo mejor de ser auditor es que permite alcanzar un nivel de experiencia muy alto en muy poco tiempo, al tener que sumergirse en empresas de diversos tamaños y sectores.

Trabajar en una firma de auditoría se puede considerar como un máster remunerado con prácticas reales, tiene una amplia salida laboral en los departamentos contables, financieros y de auditoría interna de las empresas, mejora el curriculum y fomenta la capacidad de la persona para trabajar en equipo.

Otro punto importante es la falta de monotonía a causa de trabajar en diferentes tipos de empresas, de tal forma que a cada nueva auditoría que nos enfrentamos es un nuevo universo que requiere una alta capacidad de adaptación.

Por último, esta profesión impulsa las habilidades comunicativas de sus profesionales, ya que al estar en constante contacto con diferentes clientes estas destrezas mejoran auditoría a auditoría.

Los inconvenientes de ser auditor

Entre los “contras”, que según el caso pueden llegar a ser alicientes, son la alta dedicación que requiere, ya que en ciertas ocasiones obliga al auditor a viajar para realizar su trabajo. Muchas de las actividades han de hacerse en las oficinas del cliente.

Por otro lado, el sector de auditoría tiene ciertos periodos de altas cargas de trabajo, lo que pone a prueba las capacidades del auditor para aguantar el estrés. Estos periodos dependen de cada empresa de auditoría y de sus clientes pero suelen ser en los meses de noviembre y diciembre y entre febrero y abril.

Los cambios legislativos hacen que el auditor se enfrente día a día a nuevos retos ya que en los últimos años estamos viviendo una avalancha de cambios regulatorios que intervienen en la elaboración de la información financiera de las organizaciones. Esto obliga a los profesionales a estar constantemente formados.

En esta línea, el cambio más importante para las auditorías relativas al ejercicio 2017, en las que ya se está trabajando y cuyos informes se emitirán en los primeros meses del año 2018, es el cambio en el informe de auditoría.

Consejos para convertirse en un buen auditor

Algunos consejos para convertirse en un buen auditor son tener una mente siempre abierta a los cambios, desarrollar cierta empatía con los demás, porque tanto en los clientes que tengamos, como dentro de la firma en la que desarrollemos nuestra carrera profesional, vamos a tratar y trabajar con todo tipo de personas y categorías profesionales.

Como podéis comprobar las ventajas ganan a los posibles inconvenientes, por lo que desde Audalia Nexia Auditores queremos seguir animando a los estudiantes a que escojan esta apasionante profesión.

Mª Paz FernándezLinkedin_circulo