En los últimos años la preocupación por vernos bien se ha convertido en algo casi prioritario en nuestras vidas… Las dietas milagrosas y los libros sobre nutrición se suceden sin tregua. Nuevas teorías alimenticias reemplazan a las ya existentes hasta que, al final, uno no sabe muy bien a qué atenerse… ¿Alimentación centrada en las proteínas? ¿Eliminación de lácteos y derivados? ¿Suplementación? ¿Dietas depurativas? ¿Ayunos prolongados?

La mayoría de estas pautas nutricionales, que en muchos casos se contradicen, te aseguran la pérdida rápida de peso sin efecto rebote y es que eso es lo que buscamos: resultados inmediatos que no nos supongan mucho esfuerzo.

Vernos bien nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos y estar más receptivos y abiertos a relacionarnos. Una persona con una buena imagen es percibida ante los ojos de los demás como un triunfador, pero esa “pose” debe ir acompañada de una actitud. Para sentirse un triunfador se debe actuar como tal, esforzarse por mejorar, ser enérgico, entusiasta… y eso lleva tiempo y trabajo, no vale con obtener mejoras a nivel físico. Dicen que sin pena no hay gloria y parece que esta frase tiene mucho de verdad.

Un cambio en nuestros hábitos alimenticios no es algo que se haga de un día para otro, debe ser progresivo, el cuerpo necesita tiempo para adaptarse, no hay que precipitar las cosas y esa “adaptación a la nueva situación” se irán percibiendo desde fuera.; algo similar es lo que debe producirse en nuestra actitud en el trabajo.

Desde la publicación Equipos y Talento escriben un artículo basado en la serie de televisión Mad Med , que relata el día a día de los empleados de la agencia de publicidad Sterling Cooper allá por 1960. Dicha serie proyecta un conjunto de comportamientos o actitudes en el ámbito laboral que podrían extrapolarse a la situación que se vive en las empresas actualmente:

• Confiar en el lado creativo de cada uno

• Tratar de ser positivo aunque no se logre el objetivo perseguido, ya que si no se pierde la ilusión al final se puede alcanzar.

• Adelantarse a posibles necesidades

• Perseguir una motivación

• Planificar, tener un orden

• Estar abierto a los cambios

• Saber disfrutar de los momentos de relax y descanso

• No llevarse a casa los problemas del trabajo, saber desconectar te ayudará afrontar las cosas desde otra perspectiva

• Valerse de los avances tecnológicos

• Aprender de los errores y disfrutar las victorias. En una empresa habrá malos y buenos momentos, la idea de que de todo se aprende debe ser algo a tener muy presente

• Los contactos son importantes. Se debe cuidar a los clientes y moverse, entablar relaciones, actualmente redes sociales como LinkedIn posibilitan esta interacción

• No acomodarse, ser inquietos, perseguir las oportunidades, la acción, donde seamos capaces de aportar cosas que os permitan seguir creciendo y evolucionar con la compañía

Nos esforzamos por mejorar por fuera, comer sano, hacer deporte… pero debemos preocuparnos por mejorar por dentro, todo es parte de un mismo proceso integral.

Desde la cuenta de Twitter de Audalia Lumesse, que os animamos a visitar, seguimos a muchas empresas y personas influyentes en el mundo de los RR.HH. que nos animan a no perder la ilusión, a seguir aprendiendo para continuar creciendo, porque caer en la rutina y en la monotonía es dejarse, volverse feo, invisible… convertirse en todo lo que no queremos ser. Dedica un tiempo a planificar tu trabajo diario, sé comunicativo, proactivo, curioso… Come sano, haz deporte, sigue formándote porque la posibilidad de lograr los objetivos que te plantees está en tu mano.

*Beatriz Taberner es Consultora en el Área de RRHH Lumesse