Siguiendo con la línea del análisis de datos os quería comentar un truco de un mentalista que vi hace unas semanas en televisión, el cual nos va a servir para ilustrar de manera pedagógica en qué consiste la obtención de patrones. Es cierto que leído no surte el mismo efecto y puede parecer algo como preparado. En definitiva, es lo que hace el mentalista; utilizar trucos escénicos para desviar la atención del público y que su actuación parezca mágica.
Antes de proseguir pido perdón a todos los mentalistas que utilicen este truco y, además, les damos las gracias porque nos ha parecido muy ilustrativo.
Imaginad a un mentalista vestido de manera estrafalaria subido en un escenario. La luz es tenue y plomiza, hasta el punto de que nos cuesta apreciar los rasgos de su cara. La oscuridad es total en el patio de butacas. De pronto, un foco de brillante luz blanca ilumina a nuestro ilustre mago.
Empieza el espectáculo.
– Ilusionista: Buenos días/tardes/noches necesitaría que 3 personas del público me dieran un número de 6 cifras. Usted, por favor, dígame un número de 6 cifras, el primero que se le venga a la cabeza (en este espectáculo no hay nadie compinchado con el artista).
– Persona número 1: El 457879.
– Ilusionista: Perfecto. Ahora escribiré un número en esta cartulina, la cual te entregaré, con el número que al final del espectáculo saldrá después de sumar los números que al azar me hayan dado el resto del público. Para ponerle más emoción, después del segundo y tercer miembro pondré un número al azar, cualquiera que se me venga a la mente. Usted, por favor, dígame otro número.
– Persona número 2: El 546873.
– Ilusionista: Muchas gracias. (El ilusionista escribe el 453126). Usted, por favor, me podría dar el tercer número.
– Persona número 3: El 789627.
– Ilusionista: Muchas gracias. (El ilusionista escribe el 210372).
El ilusionista hace un par de giros chorras por el escenario, le gasta un par de bromas al personal (de dudoso gusto para mí) y procede a sumar con calculadora (para qué esforzarse). Se gira solemnemente a la persona número 1 y le dice con voz trascendente del más allá…
– Ilusionista: El número de la cartulina que le entregué es el 2457877 (lo dice número por número empezando por la izquierda, es decir, 2,4,5,….)
– Persona 1: (A gritos. El ilusionista mosqueado no fuera a pensar el personal que la persona 1 está en el ajo) Sí, Dios, es el número, ¡maaaadre mía!…. (Ya sabéis lo que se emociona la gente con estas cosas)
– Ilusionista: Puede mostrar la cartulina.
Se ve claramente el 2457877.
La gente al borde del desmayo, del colapso, un par de SAMUR en la puerta.
La obtención de patrones
Bueno, el patrón supongo que lo habréis visto ya. No es lo mismo leerlo que verlo, que todo suele ser más rápido. No es tan obvio como aquí pueda parecer. El ilusionista lo hace muy bien, la verdad. ¡¡¡Un aplauso para el ilusionista!!!
Los que lo hayáis visto, aseguraros de que os valdría para 3 personas cualesquiera que os dieran un número de 6 dígitos y que el resultado que escribáis en la cartulina parte del número inicial y luego tienes dos números al azar.
Para aquellos que no lo hayáis visto, pues mala suerte, otra vez será. Con esto nos despedimos hasta el siguiente y apasionante artículo desde consultoría de negocio de Audalia Nexia. Esperamos que os haya entretenido.
Que es broma… Vamos a destrozarle el truco al ilusionista. En definitiva, esto se trata de ver un patrón. Cambiemos el contexto de espectáculo de magia, focos, guirnaldas, trajes estrafalarios, etc…, por un problema matemático, el cual podemos enunciar como:
“Determinar partiendo de un número que nos dan al azar de 6 cifras, cuál será la suma de 5 números de 6 cifras, pudiendo nosotros incorporar 2 números de 6 cifras detrás del segundo y tercer número aportado al azar. Debe funcionar para cualquier número inicial y el número debe ser escrito antes de que nos den el segundo y tercer número al azar”.
Como siempre me echan la bronca por la extensión de mis artículos voy a usar una resolución rápida de nuestro problema basándonos en nuestro ejemplo.
La primera persona escribe el 457.879 y el ilusionista escribe en la cartulina, previo al resto de números, el 2.457.877. La diferencia entre ambos números es 1.999.998. Si nos fijamos bien en la diferencia es casi de 2.000.000, por no decir que le faltan un 2 para llegar a los 2 millones. Visto de otra manera sería multiplicar 999.999 por dos. Y este es el patrón del mago. A los dos siguientes números, él usa su complementario a 999.999: al de la persona 2 que es el 546.873 él añade el 453.126, cuya suma es 999.999 y al de la tercera persona que es el 789.627 él añade el 210.372, cuya suma es 999.999. Total, él ya sabe que al número inicial (persona 1) hay que sumarle 1.999.998 (o sumar 2 millones y restarle 2) y apuntarlo en una cartulina. El resto son matemáticas y, en su caso, espectáculo.
Desde Audalia Nexia os deseamos una buena semana y un gran abrazo a mentalistas y magos que nos hacéis pasar un rato muy agradable con vuestro ingenio. Sirva este artículo como un homenaje a este gran colectivo.