Contar con un asesor jurídico en la marcha habitual de los negocios ayuda sustancialmente en la toma de decisiones de la empresa, ya sea en materia fiscal, mercantil, administrativa o laboral. Su involucración continua se traduce en un profundo conocimiento de la organización, permitiendo actuar de forma ágil, eficiente y proactiva y brindando solidez y seguridad jurídica.

La importancia de un asesor jurídico radica en su carácter preventivo.

No solo resuelve los problemas que puedan surgir, si no que se anticipa a ellos, evitando posibles conflictos, lo que implica mayor rentabilidad para la compañía a medio y largo plazo. El panorama de gran competitividad en el que las empresas desarrollan actualmente su actividad exige que éstas tengan muy bien definido el contexto jurídico-legal para mejorar su eficiencia financiera y aumentar por tanto su competitividad.

¿Cuáles son las ventajas de contar con un servicio jurídico externo?

Hoy en día la empresa se desenvuelve en un entorno cada vez más cambiante y competitivo, en el que la actualización de los requisitos legales resulta indispensable para el desarrollo y optimización de la actividad empresarial.

Servicios en cualquier rama del derecho.

Una asesoría legal cuenta con un equipo de abogados expertos en diferentes ámbitos: fiscal, mercantil, administrativo y laboral, lo que garantiza total solidez legal a la compañía y un acompañamiento empresarial y legal permanente. Mantener un equipo semejante “in-house” tiene unos costes inasumibles.

Más vale prevenir que curar.

Es habitual recurrir a abogados especializados en las diferentes ramas del derecho cuando los problemas ya han aparecido, esto supone elevados costes y consecuencias legales además de un escaso conocimiento global de su entorno legal, lo que las sitúa en inferioridad de condiciones en el mercado. Como ya se ha comentado, el acompañamiento en el día a día permite actuar de manera más ágil y proactiva.

Flexibilidad en la toma de decisiones.

Un asesoramiento legal externalizado permite una alta flexibilidad en la toma de decisiones y minimiza los costes empresariales. Mantener un equipo “in-house” especializado y actualizado en las diferentes materias tiene unos costes muy elevados.

Disponibilidad y acompañamiento legal permanente.

Un servicio jurídico externalizado garantiza la disponibilidad de equipos de profesionales multidisciplinares accesibles ante cualquier dilema o incidencia. Esto garantiza el acompañamiento, anticipación y cobertura global ante cualquier necesidad empresarial o imprevisto sean cuales sean las circunstancias.

Estas son sólo algunas razones por las que contar con un buen asesoramiento jurídico externo que pueden marcar el devenir de una compañía. ¿Aún piensas que no es necesario?

Autor: Víctor Alió Linkedin_circulo