Nuestros compañeros Isabel Molinero Linkedin_circulo, Carmen Fernández y Juan Antonio Polo Linkedin_circulo se presentaron el pasado mes de diciembre a los exámenes de acceso al ROAC (Registro Oficial de Auditores de Cuentas); una prueba complicada, no sólo por la cantidad de conocimientos que deben sintetizarse en la misma, sino porque su preparación implica compaginar trabajo y estudio. Los tres aprobaron el temido examen y hoy les hemos pedido que compartan con nosotros esta experiencia.

El examen

Ante la pregunta de por qué se plantearon presentarse al ROAC, Juan Antonio respondía lo siguiente:

Desde que entré en auditoría, sabía de la existencia e importancia de este examen. Al final, si tienes pensado dedicarte a medio o largo plazo a la auditoría, es muy importante tener este examen aprobado, ya que te puede permitir tanto un mayor progreso profesional como la posibilidad de establecerte por tu cuenta. Y además, por un tema simplemente formativo: es importante tratar de asimilar y perfeccionar conocimientos cuando llevas bastantes años dedicándote a la auditoría, y el hecho de prepararte este examen, independientemente de si apruebas o no, supone adquirir una mayor formación, cubriendo aquellas partes de la auditoría que pones menos en práctica en tu día a día. Por supuesto, para tu CV, es un punto a favor importante.

Preparar el examen

Quizá la pregunta del millón, la que se hagan todos los auditores que tienen en mente presentarse al examen o se lo estén preparando es saber cuánto tiempo le han dedicado quienes lo han aprobado, Isabel nos respondía esto:

– El tiempo es muy relativo ya que este examen no es simplemente de conocimientos teóricos, sino que juega un gran papel tu trayectoria profesional. Pero, si consideramos estrictamente como estudio el momento en el que me puse delante de un libro sería desde septiembre, además, durante esos meses compaginé el estudio individual con un curso de preparación para el examen. Por lo tanto, en un cómputo global estaríamos en 3 meses y medio.

Por su parte, Juan Antonio nos comentaba que no le había podido dedicar todo el tiempo que le hubiera gustado, estas eran sus palabras:

– Para ser sinceros no le dediqué el tiempo que hubiera querido, ya que mi preparación consistió en un curso de 8 horas semanales durante los 2 meses previos al examen. Claro que un 50% del examen te lo preparas en tu día a día, con el trabajo que realizas. La mayor dificultad para mí estaba precisamente en preparar aquellas partes del examen que no estoy tan acostumbrado a tratar en mi trabajo diario. La preparación es una manera de reordenar conceptos, ideas, procedimientos y contenidos teóricos.

Muchos son los que no consiguen sacar el examen a la primera principalmente por la falta de tiempo libre para prepararlo; en el caso de Isabel, esta era la primera vez y así nos lo explicaba:

– Efectivamente, esta era la primera convocatoria a la que me presentaba. Uno de los requisitos para la realización del mismo es cumplir con un mínimo de horas trabajadas en auditoría y en el momento en el que se publicó la convocatoria cumplía este requisito con muy poco margen. Por lo que, esta era también la primera vez que cumplía todos los requerimientos impuestos por la normativa del ICAC respecto del examen.

Carmen lo vivía de la siguiente forma:

Llevo trabajando en el sector de la auditoría unos 11 años, ininterrumpidamente los últimos 9. Me planteé presentarme en la anterior convocatoria, aunque por motivos personales no pude preparar el examen.

Cambios normativos

Los cambios normativos son frecuentes en la auditoría y, por ello, teníamos curiosidad en conocer si se habían visto afectados por muchas modificaciones mientras preparaban el ROAC; Carmen nos contestaba:

– El principal cambio normativo para el examen ha sido la entrada en vigor del nuevo informe de auditoría. El examen se realizó pocos meses de su entrada en vigor, por lo que nos presentamos al examen sabiendo poco sobre el informe, que además cambiaba sustancialmente (tanto en extensión como en estructura) con respecto al anterior.

Consejos

Le preguntábamos a Carmen qué le pareció el examen y qué consejos daría a los compañeros de profesión que tuvieran que enfrentarse al mismo y esta fue su respuesta:

– El examen es muy largo (seis horas) y bastante duro. Me pareció muy exhaustivo y que algunas preguntas teóricas eran de difícil lectura y comprensión. También entiendo que algún compañero se queje de falta de tiempo. Si tuviera que dar algún tipo de consejo, lo primero que me gustaría sería transmitir tranquilidad. Una persona que se presenta al examen del ROAC es porque ya tiene una experiencia previa y unos conocimientos sólidos, por lo que hay que enfrentarse al examen con calma. Y como el tiempo es un bien escaso, yo aseguraría los conocimientos que ya se tienen y dejaría las partes dudosas para el final. Al final, lo importante es una calificación de APTO, así que se trata de ir sumando e ir avanzando con el examen.

La profesión

Nuestros auditores tienen en común su afán de superación y la auditoría es el camino que han decidido tomar para llevar a cabo su desarrollo profesional.
Cuado le preguntábamos a Juan Antonio que por qué decidió dedicarse a la Auditoria lo tenía claro:

– Durante mis estudios universitarios, entre las asignaturas que más me gustaron estaba la contabilidad. En mis últimos años en la Universidad, estuve haciendo prácticas en dos firmas de auditoría y me gustó el trabajo, porque descubrí que es una profesión en la que aprendes muchísimo, conoces distintas empresas, sectores, trabajas con profesionales de gran nivel… Veía a compañeros que eran apenas 2 o 3 años mayores que yo y cuyo desarrollo profesional había sido altísimo… Y me decidí por este mundo.

Con Isabel comentamos hasta dónde quería legar en el mundo de la auditoría y nos dijo:

– Pues un poco hasta donde las oportunidades me dejen. Tampoco me gusta marcarme unos objetivos en los que yo no soy la que toma las decisiones, sino que pondré todos los medios que estén a mi alcance para conseguir los mayores logros posibles, como por ejemplo, este examen. El haber aprobado hace que tenga más ganas aún de seguir en la profesión y seguir progresando pero siempre con los pies en el suelo.

Nuestros compañeros tiene claro que ser auditores es lo que siempre han querido, e Isabel deja estos consejos para quienes estén pensando en ser auditores o acaben de iniciarse en la profesión:

Si son personas que ya están dentro de la profesión les diría que no dudasen en ningún momento en presentarse al examen cuando cumplan los requisitos, ya que te puede abrir muchas puertas de futuro y unas posibilidades de proyección que no las vas a tener sin el examen.

Sin embargo, si son futuros auditores que están pensando si comenzar en la profesión, les animaría a que lo hiciesen ya que da una visión global de las empresas de todo tipo de sectores y ayuda a asentar todos los conocimientos contables que has adquirido en tus estudios.