Cuando necesitamos cubrir una vacante, se nos presentan dos opciones. Una es el reclutamiento de la persona adecuada y la otra, promover a alguien de la propia empresa. Ambas tienen un coste, por tanto, deben ser estudiadas y analizadas. En muchas ocasiones, la segunda suele ser más rentable y no solo desde un punto de vista económico. Recordemos que los Recursos Humanos (RRHH) son uno de los intangibles más valiosos de la empresa.

El coste de reclutamiento y la gestión del talento

Si optamos por reclutar a alguien, incurriremos en algunos costes que deben ser cuantificados y a su vez comparados con los relativos a la promoción interna, basada esta en el desarrollo del talento. De esta manera, podremos comprobar cual es el camino más adecuado para la empresa, que será aquel que suponga coste menor y, por tanto, produzca un ahorro.

El coste de reclutamiento

En primer lugar, tenemos el propio coste de reclutamiento. Este proceso puede llevarse a cabo de forma externa o con empleados de la propia empresa especializados en estas tareas. Un software de gestión de los recursos humanos puede ayudarnos en los cálculos necesarios.

Una vez sepamos cuanto nos costará encontrar al nuevo empleado (teniendo en cuenta que durante el proceso de formación hay que seguir pagando la nómina), podremos hacer una comparación con lo que supondría promover a alguien de la empresa. Para eso deberemos calcular su nuevo salario y la posibilidad de un período de prueba que es mucho más corto en este caso, ya que el empleado conoce la empresa.

El coste de la bajada de productividad

Por otro lado, tendremos el coste de la bajada que se daría en la productividad, al menos en un principio. Aquí deberemos tener en cuenta el tiempo promedio de reemplazo y el que tendremos que esperar para que el nuevo candidato alcance los niveles de productividad anteriores.

Un estudio de Deloitte concluyó que para la primera variable, el tiempo promedio era de 45 días. El tiempo para llegar a los niveles anteriores sería según este estudio de unos 60 días. Una vez conocidos estos dos datos, calculamos el tiempo total, que sería de 105 días y sabiendo el salario diario del directivo, tendremos el coste relacionado con la productividad. Una vez más, comparamos con el otro, teniendo en cuenta que, en este caso, el tiempo de reemplazo desaparece y el de productividad se acorta de forma considerable.

El coste de reclutamiento suele ser superior al de la gestión integral del talento. Cierto es que se da cierta reducción del primero cuando optamos por escoger un nuevo candidato, ya que el período de reemplazo no genera un salario. Sin embargo, este ahorro puede ser un espejismo, ya que la bajada de productividad suele ser mayor, como concluye el mencionado estudio de Deloitte.